Elimine la hepatitis, tome medidas positivas: use la ciencia para proteger el "pequeño hígado"
Elimina la hepatitis, toma medidas positivas: usa la ciencia para proteger al pequeño hígado.
El 28 de julio es el Día Mundial de la Hepatitis. El hígado, como la fábrica química del cuerpo humano, desempeña funciones esenciales como el metabolismo, la desintoxicación y la inmunidad. Sin embargo, la hepatitis viral es como un asesino silencioso e invisible que amenaza silenciosamente la salud de cientos de millones de personas en todo el mundo. Ante este grave desafío, ¿cómo podemos usar la ciencia para construir una línea de defensa?
Vacuna: el primer escudo para prevenir la hepatitis
La vacunación es el medio más económico y eficaz para prevenir la hepatitis viral.
Bloqueo de la transmisión: Construyendo una línea de defensa a partir de los detalles
Las vías de transmisión de la hepatitis viral son complejas y requieren una prevención y un control precisos:
Hepatitis A y hepatitis E: se transmiten a través de fuentes de agua y alimentos contaminados. Evitar el consumo de mariscos crudos, lavarse las manos con frecuencia y no beber agua cruda puede reducir eficazmente el riesgo de infección.
Hepatitis B y hepatitis C: La transmisión sanguínea, maternoinfantil y sexual son las principales vías de transmisión. Rechazar medicamentos, no compartir maquinillas de afeitar ni cepillos de dientes, y acudir a instituciones médicas habituales para recibir transfusiones de sangre e inyecciones son clave para detener la transmisión. La tecnología para prevenir la transmisión maternoinfantil de la hepatitis B está desarrollada. Mediante la inmunización neonatal combinada (vacuna contra la hepatitis B + inmunoglobulina), más del 90 % de los bebés pueden estar protegidos de la infección.
Hepatitis C: Todavía no existe vacuna, pero el riesgo de infección se puede reducir en gran medida estandarizando las operaciones médicas y evitando conductas sexuales inseguras.
Detección temprana y tratamiento temprano: que el hígado deje de estar d"silencioddhhh
Los primeros síntomas de la hepatitis están ocultos y son fáciles de ignorar. Cuando aparecen síntomas como fatiga, pérdida de apetito e ictericia, a menudo han progresado a cirrosis o cáncer de hígado. Las pruebas regulares de la función hepática y la carga viral son la clave para la detección y el tratamiento tempranos. Los pacientes con hepatitis B deben reevaluarse cada 6 meses, y los pacientes con hepatitis C pueden alcanzar una tasa de curación de más del 95 % con tratamiento antiviral.
Vida sana: reducir la carga sobre el hígado
La hepatitis no viral tampoco debe ignorarse. La hepatopatía alcohólica, el hígado graso, etc., están estrechamente relacionados con malos hábitos de vida. Dejar el alcohol, controlar el peso y evitar el abuso de drogas son medidas obligatorias para proteger el hígado. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los hombres no consuman más de 20 gramos de alcohol al día y las mujeres no más de 10 gramos; una dieta equilibrada y ejercicio moderado pueden reducir el riesgo de hígado graso.
Cogobernanza social: que el cuidado esté en todas partes
La erradicación de la hepatitis requiere la participación de toda la sociedad. Las instituciones médicas deben fortalecer la capacidad de diagnóstico y tratamiento de la hepatitis, las comunidades deben popularizar los servicios de vacunación y detección, y las empresas deben garantizar la salud ocupacional de sus empleados (como evitar el contacto con patógenos transmitidos por la sangre). Cada persona es la primera responsable de su propia salud. Tomar la iniciativa para vacunarse, realizarse exámenes físicos regulares y no discriminar a los pacientes con hepatitis son parte integral de una sociedad civilizada.
El Día Mundial contra la Hepatitis no es solo un recordatorio, sino también un claro llamado a la acción. Usemos la ciencia como arma y la responsabilidad como vínculo para proteger juntos al higadocito y dejar que la salud y la esperanza iluminen a cada familia.